No debe administrarse en pacientes con hipersensibilidad conocida al tramadol ni a ninguno de los excipientes.
No administrar en hembras preñadas ni en lactancia.
No administrar a pacientes que reciben deprenyl ni drogas psicoactivas como inhibidores de la recaptación de la serotonina, antidepresivos tricíclicos o inhibidores de la oxidación de monoaminas, dado que podrían disminuir el umbral convulsivo. Administrado junto con drogas inductoras enzimáticas, como la carbamazepina, el fenobarbital, la fenitoína y la rifampina se debe aumentar la dosis de tramadol.
Agentes inhibidores de la isoenzima CYP 2D como amiodarona, cimetidina, clomipramina y haloperidol disminuyen el metabolismo del tramadol disminuyendo los niveles del metabolito M1 y en consecuencia la eficacia analgésica con aumento de la probabilidad de aparición de efectos indeseables.
El tramadol está contraindicado en pacientes con depresión respiratoria, enfermedad respiratoria obstructiva grave, epilepsia no controlada e insuficiencia hepática y/o renal aguda. En pacientes con cirrosis hepática se deberá disminuir la posología. En pacientes con insuficiencia renal y/o hepática crónica deberá aumentarse el intervalo de dosificación.
El tramadol puede provocar miosis pudiendo ocultar la presencia o agravamiento de cuadros de hipertensión endocraneana.
Las reacciones adversas son de rara aparición. Las más frecuentemente documentadas incluyen malestar gastrointestinal como náuseas, vómitos, constipación o diarrea. Sobre el sistema nervioso pueden aparecer nerviosismo, ansiedad, agitación, temblores, espasticidad, euforia, deterioro de la coordinación, somnolencia o insomnio. Si se presentara una sedación aparente o comportamiento extraño, reducir la dosis.
Efectos colaterales:
Para reducir la incidencia de náuseas y vómitos se aconseja un aumento gradual de la dosis en tres días. También puede ser beneficiosa la administración de un antiemético durante los primeros días de tratamiento. Observar las normas de asepsia adecuadas a cualquier aplicación parenteral.
En casos de sobredosis pueden presentarse signos de somnolencia, mareos, bradicardia, dificultad respiratoria, miosis, alteraciones del sensorio y convulsiones. En estos casos debe realizarse lavado gástrico (no provocar vómito porque puede producirse neumonía por aspiración dado el cuadro depresivo), administrar naloxona (0.02 – 0.1 mg/kg IM o EV, administrando ¼ de la dosis calculada cada 3 -4 minutos hasta lograr efecto) y complementar con medidas de hidratación parenteral, oxigenoterapia y apoyo ventilatorio. En casos de convulsiones indicar diazepam.